7 tips que te salvarán de alquilar la propiedad de tus pesadillas

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No todo lo que brilla es oro y no queremos que lo descubras cuando ya sea demasiado tarde. Por eso te compartimos los secretos que hay que saber a la hora de elegir una propiedad para alquilar (y no llevarse una mala pasada).

Vecinos que parecen sacados de una película de terror, una línea de subte que pasa justo debajo de tu piso, boliches bailables en la puerta de tu casa... Lo que parece una propiedad ideal al momento de la visita, puede resultar una verdadera pesadilla una vez firmado el alquiler.

Podés visitar muchas veces una propiedad y hacer todo tipo de preguntas. Pero si no tenés en cuenta los siguientes consejos, es posible que te puedas llevar una mala pasada la primera noche en la que acuestes tu cabeza sobre la almohada en el nuevo departamento.

¡Tranquilo! Porque no queremos que tengas una mala experiencia en tu alquiler, hoy les compartimos los secretos que hay que tener en cuenta antes de elegir tu próximo inmueble para alquilar (y así evitar un departamento de pesadillas).

1. Conocé a los vecinos.

Seas o no una persona sociable, hacer un primer contacto con los vecinos es clave a la hora de elegir el lugar a donde te mudarás. No es necesario que te lleves de maravillas con la locación, pero es importante saber si vas a compartir el edificio con jóvenes que viven de fiesta, con personas de la tercera edad a los que les molesta el ruido, o con personas que conviven con mascotas ruidosas.

Todos estos datos no menores son fundamentales para la convivencia diaria, y para saberlo de antemano, te sugerimos acercarte puerta por puerta y presentarte. Así vas a poder entender el panorama general de tus potenciales vecinos y así conocer de primera mano cómo es el barrio.

2. Chequeá que no sea muy ruidoso.

Además de que el edificio pueda tener vecinos ruidosos, la propiedad también puede sufrir de contaminación sonora, ya sea dar a una avenida o por la circulación de colectivos, trenes o subtes.

Para evitar llevarse una sorpresa, agudizá tus oídos cuando realices tu visita, y prestá atención a todos aquellos potenciales ruidos molestos.

3. Visitá el barrio de noche.

Lo que de día puede parecer un barrio silencioso, de noche puede transformarse en el epicentro de la noche porteña. También puede suceder que una calle parezca tranquila bajo el sol, solo para transformarse en una verdadera boca de lobo pasada las 22 hs.

Para conocer todos los matices de un barrio, te recomendamos que te tomes el tiempo de visitarlo en diferentes momentos del día. Esto te va a dar una mejor idea sobre cómo vas a dormir en los próximos años y si vas a sentirte seguro al llegar tarde a tu casa.

4. Usá el transporte público aledaño.

Es posible que la descripción del anuncio asegure que cuenta con excelentes accesos al transporte público. Entonces, ¿qué mejor forma que ponerlo a prueba llegando a la visita en una de las supuestas opciones?

Al utilizar el transporte público vas a poder descubrir "la verdad de la milanesa". ¿En qué condiciones está la bicisenda? ¿Con qué frecuencia pasan los colectivos? ¿A cuántas cuadras está de la boca de subte? Vas a poder descubrir estas y muchas otras cuestiones al poner el práctica este consejo.

5. Hacé un relevamiento de las comodidades del barrio.

Son las ocho de la noche, no tenés nada para comer y necesitas ir a un supermercado. Lo ideal sería contar con uno a algunas cuadras de distancia de su departamento. Pero en determinados barrios de Capital Federal la realidad es muy distinta.

Para no llevarte sorpresas, explorá la zona y realizá un inventario con los locales y las comodidades disponibles.

6. Asegurate de que tenga espacio para tus elecrodomésticos.

¿No podés vivir sin tu lavaplatos? ¿Preferís invertir en una lavadora a agendar una visita semanal con tu lavadero? ¿Te regalaron una heladera con medidas singulares?

Es fundamental esto en mente a la hora de elegir tu próximo alquiler. Llevá las medidas de tus elecrodoméstico a tus visitas y preguntate dónde lo ubicarías si tuvieses que mudarte.

7. Tené un trato amable con el propietario

Parece obvio, pero te sorprenderías cuántas relaciones inquilino-propietario arrancan mal del vamos. Si bien a veces el prejuicio se equivoca, muchas otras, acierta. Por eso, si sabes a buenas y primeras que el propietario del inmueble no es de tu agrado, renuncia a ese alquiler.

Ya que los contratos son de 2 años, estamos hablando de una relación que va a durar más que tu noviazgo del secundario. Si ves que el trato va a ser complicado, mejor dejarlo y ahorrarte una mala pasada.

 

Como se te habrás dado cuenta, la propiedad a la que te mudarás es más que un contrato inmobiliario. Es tu próximo hogar. ¡Y queremos que te sientas cómodo!

Si estás en el proceso de búsqueda, no pierdas más tiempo y pasate por Alquilando.com. Miles de inquilinos ya están buscando su próximo hogar por nuestra página, y siempre vas a contar con nuestras herramientas para que encuentres tu lugar ideal.